Zapatillas para correr, cuándo cambiarlas

Cuando nos disponemos a hacer ejercicio es fundamental que verifiquemos que nuestro equipo se encuentra en las condiciones adecuadas. Si vamos a correr entonces debemos darle mucha importancia al calzado.

Debemos asegurarnos de que tenemos un calzado que se adapta a la perfección a nuestro píe y absorbe parte del impacto al chocar el pie contra la superficie. Es por esto que comprar unas buenas zapatillas para comer es primordial, sin embargo, esto no es lo único que debemos considerar.

Muchos no reparan en la vida útil que tienen las zapatillas de correr, es igual de importante que sepamos cuándo es el momento indicado de tirarlas a la basura.

Las zapatillas de carrera están especialmente diseñadas para aguantar a la perfección el impacto, esto se debe a una cámara de aire que aísla al pie del suelo. Al correr ejercemos gran presión sobre las zapatillas, lo cual hace que se resientan poco a poco y dejen de ser tan efectivas como en un principio. Se estima que, dependiendo del trato que les demos, unas zapatillas de carrera pueden aguantar bien entre seiscientos y ochocientos kilómetros.

Cuando una zapatilla es nueva la suela se muestra mullida y cómoda, sin embargo, a medida que el tiempo va pasando, este aspecto va desapareciendo. Esto se debe a la presión que desencadenamos sobre ella, pues la vamos comprimiendo poco a poco, lo cual hace que se haga más dura y absorba mucho menos el impacto del golpe. Esto se notará enseguida, ya que, al correr sentiremos directamente sobre la planta del pie el impacto. Es importante cerciorarnos de que nuestras zapatillas no estén gastadas porque el golpe afectará las articulaciones de la pierna.

Por tanto, al evaluar una zapatilla de carrera solamente debe interesarnos la suela, el resto no. Pues muchas veces parece que estuvieran en perfectas condiciones y en realidad la suela está destrozada.

Un truco para conservarlas al máximo es utilizarlas sólo para correr, evitar hacer otros deportes o caminar con ellas. Es muy importante también mantenerlas limpias y secarlas después de usarlas para que la suciedad no las estropee.

Por último, es fundamental guardarlas en un lugar que no les dé la luz del sol directamente, pues esto las resecará y puede hacer que se formen grietas en la suela, por tanto pierdan su efectividad.

Si seguimos estos consejos podremos correr sin tener que preocuparnos por nuestras articulaciones, ya que el calzado se ocupará de protegerlas.

En BlogNutrición: Las ventajas y desventajas de correr en la ciudad.

5 comentarios

  1. Genial el consejo!!! Por cierto, es lo mismo que me dijeron en mi tienda de deporte cuando les pregunté cuando debía cambiarlas al comprarme las últimas (es que quemé mucha suela de las anteriores). Todos los días nos ponen algun consjeito o alguna curiosidad en su facebook, os lo recomiendo poque lo mismo podñéis coger alguna idea, es facebook/tresdosuno.es

    un beso corazones

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