Muchas veces cuando recomendamos dietas o hablamos de llevar una buena alimentación señalamos la importancia de evitar las grasas que son perjudiciales y en su lugar optar por las más sanas. Si bien para muchos esto puede parecer muy extraño, ya que no todos saben que hay grasas que son saludables, es algo muy importante.
Cuando hablamos sobre las grasas buenas nos referimos a las insaturadas, aquellas a las que debemos dar prioridad, en cambio las malas son las saturadas, que es importante moderar. Te contamos qué alimentos son ricos en cada uno de estos grupos.
Primero que nada debemos entender que las grasas no son malas por si mismas, lo que sí es perjudicial son las cantidades que consumimos, si abusamos de ellas podemos tener graves problemas de salud, especialmente en el caso de las saturadas. Para poder poner en práctica este consejo es necesario a partir de donde obtenemos cada una.
En el caso de las insaturadas, las que son buenas, se dividen en dos categorías:
– Monoinsaturadas, que pueden obtenerse a partir de las aceitunas, frutos secos (pistachos, almendras, avellanas, nueces de macadamia, anacardos, cacahuetes, etc) aguacates y sus aceites.
– Poliinsaturadas: en donde encontramos grasas poliinsaturadas Omega 3: salmón, caballa, arenque, trucha, nueces, semillas de soja, semillas de lino y sus aceites. Y también las grasas poliinsaturadas Omega 6: semillas de girasol, germen de trigo, sésamo, soja, maíz y sus aceites.
Por otro lado, en el caso de las saturadas, estas se encuentran en alimentos como mantequilla, queso, carne, productos cárnicos (como salchichas, hamburguesas, etc), leche y yogures enteros, tartas y masas, manteca, sebo de vaca, margarinas duras y grasas para pastelería, aceite de coco y aceite de palma.
Si tenemos en cuenta estos puntos podremos cuidar mejor de nuestra salud, ¡suerte!
que nos volvemos pelotudos eso es lo que somos