En verano, ¡a tomar agua!

Todos estamos conscientes de la importancia del agua para mantenernos saludables y con un máximo rendimiento. Aún así muchos beben menos de las cantidades recomendadas, ya sea porque se olvidan o porque ya tienen arraigado este hábito. Lo cierto es que beber poca agua tiene muchas consecuencias para nuestro organismo, hoy te contamos cómo nos afecta la deshidratación.

Es importante saber que la deshidratación moderada puede afectar el funcionamiento de tu corazón y tu mente. Esto no debe sorprendernos, ya que, si recordamos, el 60% de nuestro cuerpo está compuesto por agua y los principales órganos, tales como el cerebro y el corazón se conforman por agua en un 75% y 79% respectivamente.

Por otro lado, en el día perdemos mucha cantidad de líquido, el cual es necesario que recuperemos a lo largo del día, ya con una leve deshidratación comenzamos a sentir desórdenes en nuestro interior. Alguno de los efectos más comunes de este estado son: dolor de cabeza, cansancio, mareo y confusión, no te puedes concentrar y una sensación de no estar al 100%.

Muchos de estos efectos se deben a que la deshidratación hace que nuestro corazón lata más rápido, por lo que trabaja más duro, de aquí que comencemos a sentir fatiga. Solamente habiendo perdido un 1% del agua de nuestro cuerpo ya comenzamos a sentir sensación de cansancio, pérdida de la alerta y poca habilidad para concentrarte. Si en cambio perdemos un 2% ahí ya podemos llegar a sufrir pérdida de la memoria de corto plazo y dificultades para concentrarse.

Sin duda buenas razones para no descuidar nuestro consumo de agua, especialmente en verano.

¡Esperamos que esta información te sea muy útil!

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