Siempre hemos creído que el contenido de lo que comemos es lo que determina nuestra salud, tal es así, que centramos nuestra atención en la calidad y la cantidad de los alimentos a consumir.
Sin embargo, investigadores descubrieron que las funciones metabólicas importantes de nuestro organismo están reguladas en su mayoría por la ingesta de alimentos, no por los ritmos circadianos o biológicos como se creía hasta el momento.
Así, el momento en que se come, es decir, el cuándo se come, es tan importante para la salud como lo que se come.
Si la hora de comer determina la actividad de un gran número de genes, dependiendo del momento en que comemos así como de cuándo ayunamos, tendremos cierto impacto en el metabolismo.
Algunos otros estudios señalan datos similares al indicar que comer durante la noche eleva el riesgo de sufrir obesidad, por ende, esto explicaría por qué los trabajadores nocturnos presentan un riesgo mayor de padecer enfermedades metabólicas como diabetes o colesterol alto.
Al parecer, el momento en que comemos es tan importante como su contenido, por ende, mejor escuchar al cuerpo y comer sólo cuando tenemos hambre de verdad. Asimismo, es importante controlar la calidad y cantidad de los alimentos a ingerir para reducir el riesgo de enfermar al organismo.
Fuente: tendencias21.net
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