La alimentación es un factor condicionante del estado de salud y por ende, si comemos mal, afectamos muchos sistemas del cuerpo humano e incrementamos el riesgo de sufrir muchas enfermedades.
Por ésta razón, se considera que una mala alimentación resulta más grave para la salud que fumar, ya que su impacto sobre el organismo tiene mayor magnitud y severidad.
Los responsables de éstas afirmaciones son expertos españoles que aseguran que la mala nutrición puede causar desde alergias, obesidad y hasta otros trastornos de salud que no imaginamos.
Los cambios negativos que incluimos en la dieta fueron vertiginosos y con ellos, se deterioró notablemente la calidad de vida y la salud de las nuevas generaciones, sin embargo, no hacemos nada para frenar ésta tendencia.
Los expertos recomiendan que así como piensan hacerlo con el tabaco, los productos alimenticios ricos en grasas deben advertir de los riesgos en su envase o etiqueta.
Sin embargo, ésta afirmación de que comer mal es peor que fumar no debe llevarnos a cuidar la dieta y consumir todos los cigarrillos que queramos, ya que en mi opinión personal, no se puede calificar a un factor de más severo que otro, ya que tanto una mala alimentación como el tabaquismo producen daños irreversibles en el organismo y afectan de diferentes manera la salud.
Por ello, intentemos considerar los daños de una mala alimentación asemejándolos con los del tabaco, pero sin restar importancia a ninguno de los dos.
Fuente: infobae.com
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