Ser fumadores a menudo significa una pelea constante contra el tabaco que con frecuencia se termina perdiendo, ya que dejar de fumar significa mayor ansiedad y un esfuerzo enorme que a veces, culmina por ser abatido en el intento.
Es decir, son muchos los factores que no contribuyen a que los fumadores dejen el tabaco, y uno de los más importantes es el temor a engordar tras el abandono del cigarrillo.
Cuando una persona deja de fumar experimenta una ansiedad constante que impulsa a los ex fumadores a compensar la falta de tabaco y calmar su nerviosismo de cualquier forma, ésto es lo que puede causar una alimentación desordenada que puede terminar produciendo un aumento de peso indeseado.
Pero no todas son malas noticias, ya que se ha descubierto en un reciente estudio que la alimentación puede ayudar a dejar de fumar, amortiguando los sufrimientos y sin subir de peso.
En la investigación se pretendía analizar cuáles alimentos realzan el sabor del cigarrillo y cuales lo disminuyen o empeoran el mismo.
Así, los 209 fumadores evaluados expresaron sus opiniones y los resultados muestran que las carnes, las bebidas alcohólicas y los alimentos ricos en cafeína mejoran el sabor del tabaco, mientras que las frutas, los lácteos y los vegetales empeoran el sabor del mismo.
Entonces, los especialistas afirman que una dieta que incluya estos alimentos, sobre todo si se acompaña de una terapia de sustitución de la nicotina y de ejercicio físico regular, puede contribuir a dejar de fumar, sin experimentar la ansiedad que atormenta a los fumadores cuando intentan despedirse del cigarrillo.
Fuente: consumer.es
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