Hoy vamos a hablar sobre una dieta mundialmente conocida y que muchos siguen. Se trata de la dieta mediterránea, esta es un modo de alimentación basada en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos, tales como España, Italia, sur de Francia, etc.
Una de las principales razones por la que tanta gente la sigue es que, quienes se alimentan de esta forma, presentan una baja incidencia de problemas coronarios, la principal causa de muerte en hombres adultos.
Hay determinados alimentos característicos de esta dieta que no pueden faltar si lo que queremos es aplicarla. Hoy hablaremos un poco sobre ella.
Uno de los principales alimentos es el aceite de oliva, el cual es rico en ácidos grasos monoinsaturados, oliinsaturados, vitamina E, fitoesteroles y lecitina. Esto hace que, un consumo moderado del mismo, nos protege de enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento celular.
Otro alimento muy representativo es el trigo y el arroz. También las verduras y vegetales, junto con el pescado, mientras que las carnes no son tan consumidas. El pescado que por lo general se consume es el azul, que aporta grandes cantidades de omega 3 y otro tipo de nutrientes muy beneficiosos para el cuerpo. Es por esto que esta dieta es conocida por reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Las verduras y vegetales que se consumen son muy variadas, entre ellas podemos encontrar el pimiento, lechuga, tomate, cebolla y ajo reconocidas por su poder antioxidante y la fibra que nos aportan.
También se incluyen las legumbres, tales como los garbanzo, lentejas o judías. Las mismas se encargan de suplir las necesidades proteicas que necesitamos. Los lácteos se encargan de asegurar nuestra salud intestinal, a través de productos como los yogures y los quesos frescos y fermentados, además de aportar proteínas, grasas y vitaminas, sin olvidar un producto tradicional en la dieta como es el huevo.
Las frutas también son fundamentales, podemos destacar a la uva y la naranja, las cuales aportan vitamina C y antioxidantes como el resveratol, muy importantes principalmente en estas épocas frías para prevenir resfriados y otras enfermedades. Los frutos secos tampoco deberían faltar, ya que aportan ácidos grasos saludables, aunque las proporciones en que se consumen deberían ser reducidas.
Esta es una dieta muy recomendable ya que no solamente nos ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares como mencionábamos, sino también el cáncer.
En BlogNutrición: La dieta mediterránea reduce el riesgo de cáncer de estómago.
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