Los guisos, cazuelas, estofados, siempre son consideradas comidas ricas en calorías y aptas para consumir en invierno, sin embargo, estas preparaciones no tienen por qué ser comidas calóricas, sino que dependerá de los ingredientes de los mismos y del método de cocción usado, la calidad nutricional del plato.
Generalmente un guiso de lentejas es considerado un plato muy calórico, cuando en realidad, lo verdaderamente graso y energético puede ser el tocino o panceta que se adiciona, el chorizo o la carne rica en grasa, pero si en reemplazo de esto usamos carne magra, salsa de tomate, pimiento, cebolla, unas pocas gotas de aceite y las lentejas, lejos de ser una comida rica en calorías, puede ser un plato saludable, saciante y muy nutritivo.
Lo mismo sucede con los estofados, a los cuales podemos elaborar sin nada de aceite, con muchos vegetales, carnes magras y fibra derivada de algún cereal integral o bien, de una legumbre.
Son preparaciones aptas para el invierno en las cuales se puede incluir una buena cantidad de fibra, vitaminas y minerales si prestamos atención a los ingredientes y a la cantidad de aceite u otra grasa que se adiciona para la cocción.
Como son platos que se elaboran en ollas o cacerolas, podemos eliminar por completo el cuerpo graso o usar muy poca cantidad de este, y cocinar los vegetales y la carne, así como los cereales, al vapor, con caldo, salsa de tomate y agua.
Podemos ver claramente que ningún plato tiene por qué ser categorizado de calórico si podemos evitar grasas y calorías elaborando de otra forma y escogiendo mejor los ingredientes.