Aquel dicho popular que dice que comer una manzana al día mantiene al médico en lejanía, ha encontrado su fundamento científico en un reciente estudio.
Se ha encontrado el secreto por el cual la manzana beneficia la salud y tiene nombre, se denomina pectina. Constituye una sustancia que incrementa los niveles de gérmenes buenos en el sistema digestivo y por ende, beneficia al organismo.
La pectina es un componente de la fibra propia de las manzanas, y al incrementar las bacterias beneficiosas en el intestino, no sólo mejora la digestión, sino que protege de muchas enfermedades. Por ende, consumir manzanas en forma regular a lo largo del tiempo, genera una adaptación beneficiosa a nivel intestinal que incrementa la salud de todo el cuerpo.
Las bacterias intestinales proveen condiciones ideales para garantizar un buen equilibrio de microorganismos, por eso, su incremento por medio de la pectina de la manzana, resulta favorable para el organismo.
En el estudio realizado con ratas se comprobó el efecto positivo tanto al consumir manzana entera, jugo de manzana o puré de la fruta, aunque siempre obtendremos más beneficios si aprovechamos la fibra y los componentes activos de la cáscara de la manzana.
Fuente: diariosalud.net
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