El carácter influye en el estado de las arterias

El carácter influye en el estado de las arterias. Si bien esta afirmación parece muy improbable, estudios recientes han llegado a la conclusión que la expresión «tiene veneno en la sangre» comúnmente usada para con las personas hostiles, poco francas o antipáticas, puede ser verdad después de todo.

La investigación (publicada en la revista Hypertension) demostró que los vasos sanguíneos de aquellas personas que tienen mal carácter están en peor estado que los de aquellas personas que son más agradables.

Los autores de dicha investigación hicieron el seguimiento de 5.614 personas de Cerdeña (Italia). Al comienzo de la prueba estos individuos fueron sometidos a un cuestionario psicológico para evaluar su personalidad y después a un ultrasonido en donde se evaluó el grosor del tejido que cubre las arterias carótidas. ¿Por qué estudiar este tejido? Por que está íntimamente relacionado con el riesgo de sufrir problemas vasculares, como un infarto cerebral por ejemplo.

Después de tres años se volvieron a estudiar a los mismos individuos y pudieron concluir que aquellos que habían presentado un carácter más hostil y más aún quienes manifestaban rasgos manipuladores y agresivos, tenían más posibilidad de presentar un mayor espesor en la pared de sus arterias.

Por lo general, son los hombres quienes tienen un mayor espesor en la pared arterial, aunque, el estudio también concluyó que las mujeres que presentaban una personalidad poco amigable tenían arterias similares a las de los hombres más agresivos. Por tanto, en este sentido se puede hacer poca diferenciación de género. Ambos, hombres y mujeres, tienen la misma posibilidad de presentar problemas vasculares por tener mal carácter.

El estudio aclara que la asociación de ambos factores, grosor de las arterias versus mal carácter, permanecía después de tener en cuenta otros posibles causantes, como la hipertensión o sobrepeso. Por tanto, no podían usarse como posible explicación.

Aquellas personas que tienen mal carácter por lo general suelen tener menos apoyo social, lo cual influye mucho en la calidad de vida y la salud. Por otro lado, otra hipótesis que sostienen es que las hormonas y el estrés pueden cumplir un papel importante en esto. Ya que, el enfado se asocia en muchas ocasiones a una mayor actividad del cortisol, una hormona que se ha asociado en mujeres con una progresión más rápida de la aterosclerosis.

Lo que se sugiere es recurrir a un psicólogo para aprender a manejar mejor las emociones como el enfado o la agresividad, como medida para prevenir los problemas vasculares.

Fuente: www.cienciaysociedad.info
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