Frecuentemente asociamos al calcio con la ingesta de leche o derivados, ya que son excelentes fuentes de este mineral los lácteos, pero para las personas cuyo consumo de estos alimentos es bajo, te mostramos algunas otras alternativas para cubrir las recomendaciones de calcio.
Este mineral es muy importante porque conforma huesos y dientes, además de participar en la contracción muscular y estar vinculado, según estudios recientes, a una mejor salud cardíaca y un menor peso corporal. Por eso, te mostramos alimentos ricos en calcio que no derivan de la leche.
Entre ellos encontramos:
- Pecados como las sardinas en aceite, el bacalao, el caviar y la caballa, cuyas espinas casi no se perciben y poseen elevada proporción del mineral.
- Semillas de sésamo, lino, chía o amapola tienen gran cantidad de calcio, sobre todo, esta última que con sólo 5 cucharaditas alcanzan el nivel de calcio de un vaso de leche.
- Legumbres como la soja o los garbanzos contienen entre 150 y 200 miligramos por cada 100 gramos de alimento, aunque no sucede lo mismo con la leche de soja, por eso se recomienda consumir el poroto o grano como tal.
- Frutas secas como las avellanas o almendras que contienen casi el doble de calcio que la leche, pero por supuesto, no se absorbe con igual facilidad.
- Algunos vegetales son más ricos en calcio, entre ellos se encuentran el brócoli, el berro, el perejil y la albahaca.
- Entre las frutas también algunas destacan por su mayor contenido en calcio, por ejemplo, higos, kiwi, frambuesas y naranja.
Son alimentos no lácteos que pueden ayudar a cubrir la ingesta de calcio si los incluimos a diario en nuestra dieta, aunque aquellos alimentos ricos en fibra, como son los de origen vegetal, tienen un calcio menos aprovechable por el organismo que la leche, los pescados, el queso o el yogur.
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