La contaminación ambiental eleva la presión arterial

Aunque está presente a diario en las grandes ciudades, muchos no percibimos el impacto de la contaminación ambiental en nuestra salud, excepto cuando esta alcanza dimensiones notablemente grandes, pero lo cierto es que a mediano y largo plazo, la contaminación del aire afecta al organismo.

Un estudio reciente confirma que quienes viven en la ciudad o en áreas urbanas, donde la contaminación ambiental es mayor, tienen una presión arterial más elevada, lo cual afecta la salud cardiovascular en gran medida.

La presión sanguínea aumentó en 1.7 milímetros de mercurio en aquellos ciudadanos que estaban expuestos a ciertos niveles de partículas finas en el aire, asociados a contaminación por tráfico o a la polución industrial.

Así, queda demostrado que a largo plazo, la contaminación del aire aumenta la presión arterial tanto sistólica como diastólica, elevando el riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Por eso, y dada la gran prevalencia de hipertensión arterial en la población, deberíamos compensar el aumento de la presión arterial provocada por la contaminación con otros hábitos susceptibles de ser modificados por nosotros y que pueden reducir la presión, tales como hacer más ejercicio, comer menos sal, dormir bien, reducir las grasas de la dieta y llevar una vida libre de adicciones.

Fuente: yahoo.com
En BlogNutrición: Falta de potasio y mayores niveles de presión arterial

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