El exceso de sal en la dieta puede traer graves problemas de salud, sobre todo, a nivel cardiovascular. Y aunque todos conocemos este riesgo, la ingesta actual supera ampliamente la recomendada.
Tal es así que la Organización Mundial de la Salud recomienda no exceder los 5 gramos de sal por día, pero los argentinos consumimos a diario alrededor de 13 gramos. Es decir, comemos más del doble de sal que lo recomendado.
La sal que se agrega a las comidas sólo aporta entre el 30-40% de lo que se consume por día por persona, pero la mayor parte restante proviene de alimentos elaborados industrialmente, por ejemplo, sólo por comer pan la población ingiere 3.4 gramos por día de sal.
Con la finalidad de reducir el nivel de sodio de la alimentación actual, el Ministerio de Salud de la Nación decidió intervenir junto a los panaderos de la provincia de La Pampa y el INTI para reducir a la mitad la sal del pan que se consume.
Además, se sabe que por cada gramo de sal que se podría reducir en el consumo de la población se podrían evitar 20000 infartos y accidentes cerebrovasculares al año en la Argentina, lo cual se traduce en 2000 muertes menos al año.
Por estas cifras justamente es que debemos tomar conciencia de la importancia de reducir gradualmente la ingesta de sal, ya que a las 4 semanas de disminuir la cantidad de sal de las comidas los receptores se acostumbran y se percibe el mismo sabor que antes, pero con menos sodio.
Así que, podemos comenzar por reducir la ingesta de alimentos elaborados que contienen mucha sal, como son los fiambres, embutidos, snacks, galletitas, pastas frescas, pizzas, empanadas, caldos comerciales, entre otros.
Fuente: infoabe.com
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