Son los niños los que se notan más atraídos por los dulces y golosinas, atracción que comienza a desaparecer a partir de los 16 años de edad.
Con la finalidad de saber por qué los niños son tan golosos y prefieren lo alimentos dulces, un grupo de investigadores de Estados Unidos evaluó a niños de entre 11 y 15 años de edad a los cuales se les hizo elegir entre un conjunto de bebidas azucaradas con distinto contenido de azúcar y al mismo tiempo, se evaluó una sustancia en orina que indica crecimiento.
Los resultados muestran que existe una asociación entre el azúcar y la necesidad biológica de consumirla, ya que los niños que prefieren los alimentos más dulces son los que se están desarrollando más rápido.
Es la primera vez que se asocia el crecimiento a la necesidad de comer alimentos ricos en azúcar, pero según los autores, la relación es lógica, ya que el cuerpo en crecimiento tiende a satisfacer sus demandas con aquellos productos más calóricos, como son los dulces, por ejemplo.
Según el estudio, cuando los marcadores detectados en orina de crecimiento de huesos comienzan a descender, también se reduce la preferencia a los alimentos altamente azucarados.
El paso siguiente es, para los científicos, saber cuál es el factor asociado al crecimiento que envía señales al cerebro para influir en la preferencia por los dulces.
Por supuesto, comer alimentos azucarados no es la causa de obesidad, sino que un factor determinante en su desarrollo es la cantidad ingerida, la actividad física y la relación ingreso/gasto de calorías.
Por ello, no debemos asustarnos si un niño quiere comer un caramelo, pero si debemos restringir la cantidad de golosinas que consumen e intentar formar hábitos que posteriormente favorezcan una dieta equilibrada y saludable.
Fuente: bbc.co
En BlogNutrición: El gen que nos lleva a escoger comidas grasas