Muchas investigaciones previas han señalado que reducir levemente la ingesta de calorías en la dieta diaria contribuye a enlentecer el proceso natural de envejecimiento.
Sin embargo dichos estudios se han realizado siempre con ratas y ratones, por lo tanto, seguía siendo teoría el hecho de que la hormona triiodotironina (T3) se reduce con la ingesta calórica y ésta relentece el metabolismo y el envejecimiento de los tejidos.
Pero un nuevo trabajo realizado en la Universidad de San Luis encontró que esta reducción hormonal también ocurre en humanos cuando éstos reemplazan postres calóricos por otros más saludables o consumen un sándwich de pavo en lugar de una hamburguesa completa con papas fritas.
La investigación se basa en la evaluación de hombres y mujeres postmenopáusicas de entre 50 y 60 años de edad que no fumaban, eran sanos y no sedentarios. Durante un año los evaluados restringieron su ingesta diaria de calorías en 300 a 500 calorías diarias, otro grupo siguió su dieta normal y se ejercitaba regularmente, un tercer grupo mantuvo su rutina normal.
Los resultados muestran que tanto el grupo que limitó las calorías como los que se ejercitaban regularmente reducieron grasa corporal, pero sólo lograron disminuir los niveles de hormona tiroidea aquellos que restringieron las calorías de su dieta.
Si bien falta confirmar si la reducción de la hormona T3 influye positivamente en los daños tisulares del envejecimiento, existe suficiente evidencia científica que muestra que reducir levemente las calorías dietarias favorece la prevención de enfermedades.
No obstante, enlentecer el metabolismo puede llevar a un aumento de peso a largo plazo, por lo tanto, la restricción calórica debe estar acompañada por la calidad de la dieta, la cual debe ser conformada por alimentos sanos y nutritivos.
Fuente: terra.com
En BlogNutrición: ¿En qué consiste una dieta saludable?
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