La costumbre de desayunar café con un bollo cada vez es más normal y más personas la adoptan. Sin embargo, si bien tenemos que admitir que es un desayuno sabroso y rápido, no nos aporta todo lo que nuestro cuerpo necesita para comenzar el día y es poco saludable. Si el café es sin leche, entonces podemos decir que estamos desayunando grasas y azúcares, algo muy poco recomendable.
En todo desayuno, como ya hemos visto en varias ocasiones, deben de haber hidratos de carbono complejos, los cuales el cuerpo va absorbiendo a medida que transcurre la mañana. De esta forma nos aseguramos de tener energía constante. En el caso de los bollos, estos tienen una cantidad muy significativa de azúcar, la cual es absorbida rápidamente por el organismo, y pocos minutos después volvemos a quedarnos sin energía. Como consecuencia, volvemos a sentir hambre al poco tiempo, esto contribuye a que busquemos más fuentes de alimentación y que engordemos.
Esto no quiere decir que no podamos permitirnos un bollo a la hora de desayunar, sino que no debe ser lo único que consumamos. En nuestro desayuno también deben haber pan y cereales. Estos complementan a los azúcares y nos dan más energía para desempeñarnos eficientemente durante el día. Por último, tampoco debemos olvidar consumir una pieza de fruta y leche, de esta forma obtenemos las proteínas, vitaminas y minerales que necesita nuestro cuerpo.
Sin lugar a dudas vale la pena levantarse unos minutos más temprano por la mañana para tener un desayuno más completo que nos mantenga activos y con energía por la mañana.
En BlogNutrición: Lo que no deberías desayunar.
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