Luego de varios brindis y abundantes comidas realizadas entre el 24 de diciembre del pasado año y el 1 de enero del 2008, nuestro organismo necesita relajarse y recuperarse sanamente.
En primer lugar debemos abandonar el hábito adquirido durante las fiestas de ingerir grandes cantidades de comida, a las cuales no solemos estar acostumbrados. Además, es aconsejable evitar los azúcares, los dulces, los alimentos ricos en grasas y el alcohol.
Dichos alimentos nos hinchan y nos ayudan a retener líquidos. Para contrarrestar éste efecto, debemos aumentar el consumo de frutas y verduras, de carnes magras y lácteos descremados. Es importante que realicemos actividad física que contribuye con su efecto diurético e incrementa el gasto calórico.
No debemos olvidar que para purificar nuestro organismo y eliminar las sustancias excedentes es obligatorio ingerir entre 2 y 3 litros de agua por día, ya que con su efecto de solvente diluye el líquido éstas sustancias y las arrastra para eliminarlas con la orina.
Otra forma de desintoxicar nuestro organismo es dormir como lo hacíamos habitualmente, si es posible alrededor de 8 horas por día, ya que durante los festejos de fin de año solemos estresarnos debido a las escasas horas de sueño.
Dormir poco también contribuye a incrementar la ingesta de alimentos y así, se construye un circulo entre comida, alcohol, falta de actividad física y pocas horas de descanso que conspiran contra nuestro cuerpo y nuestra salud física y mental.
Por eso, pasadas las fiestas, no debemos alterarnos y comenzar lentamente a recuperar nuestro bienestar combinando alimentación saludable, descanso y actividad física.
Por que no:)