Ya estuvimos hablando un poco sobre la natación, un excelente deporte de bajo impacto que nos ayuda a bajar grasas y además a moldear el cuerpo. Vimos los múltiples beneficios que nos aporta, ahora vamos a centrarnos especialmente a la natación pero con aletas. ¿Alguna vez lo has intentado?
Nadar con aletas es muy distinto a nadar normalmente, ya que, las mismas nos permiten exigirle menos al músculo cardíaco, obteniendo una misma velocidad de nado. Como consecuencia permanecemos más tiempo ejercitando y al mismo tiempo mejoramos nuestra capacidad aeróbica.
Por otro lado, también percibimos una sensación de esfuerzo menor por la misma distancia recorrida, eso nos incentiva a nadar más rápido y motiva a rendir mucho más. Además, al requerir menos exigencia, podemos concentrarnos en la técnica de nado y solucionar lo que estemos haciendo mal, o mejorar aún más. En nadadores profesionales disminuye considerablemente el riesgo de sobreentrenamiento y logramos un ritmo similar al de competencia sin tanto esfuerzo.
Muchas aletas además contienen una pequeña ranura en el centro, lo cual hace que mantengamos la misma coordinación que cuando no las estamos utilizando, por tanto, ni siquiera notamos que las llevamos puestas.
Por último, destacamos orea gran utilidad que tiene, nos permite perfeccionarnos y entrenar por más tiempo sin llegar a la fatiga muscular, una ventaja que vale la pena aprovechar, ¿no crees?
Estos son los consejos que teníamos para darte, ¡esperamos te sean sumamente útiles!