Consejos para quienes han sufrido enfermedades cardíacas

Todos sabemos que la mejor forma de prevenir enfermedades cardíacas es cuidando la alimentación y haciendo ejercicio físico, de esta forma mantenemos en perfectas condiciones la circulación sanguínea. Sin embargo, ¿qué sucede con quienes ya han sufrido alguna de estas enfermedades? ¿Pueden ellos practicar deportes? Hoy vamos a responder a esta pregunta.

En contraposición a lo que muchos piensan el ejercicio sigue siendo la mejor opción, ya que es una forma de fortalecer el corazón y mantenerlo en buen estado. Sin embargo, estas personas deben de tener en cuenta algunos puntos muy importantes, ya que hay ciertos límites que no deben sobrepasarse.

Primero que nada, se debe tomar en consideración que el corazón de quien ha sufrido una enfermedad cardíaca no se encuentra en el mismo estado al de una persona totalmente sana. Es por esto que, antes de lanzarnos a hacer cualquier tipo de deporte, pidamos consejo médico con un profesional.

El médico nos realizará una prueba de esfuerzo, la cual determinará la intensidad que podemos aplicar en los entrenamientos. Es importante que respetemos lo que nos dice, ya que de otra forma podemos llegar a lastimarnos.

Por otro lado, es importante empezar poco a poco, sin prisa. Pues las sesiones intensas no servirán de nada si lo único que logramos es forzara nuestro corazón, será contraproducente. Además, no olvidemos que nuestro corazón se encuentra sensible por causa de la enfermedad, por tanto hay que respetarlo y no sobreexigirnos, de modo que pueda adquirir fuerza poco a poco y progresar.

Los ejercicios a los que nos someteremos, por normal general, serán más que nada aeróbicos, como correr, pasear, bicicleta, entre otras. En estos el pulso se acelera y el organismo demanda más oxigeno, debido a esto es fundamental que mantengamos las pulsaciones controladas, a través de un pulsómetro.

Por último, el ejercicio no servirá de nada si no lo acompañamos con una alimentación sana. Se debe mantener una buena dieta, con escasas grasas y llevar un control de los niveles de colesterol, además del peso.

Teniendo todo esto en cuenta podrás comenzar tu entrenamiento.

¡Suerte!

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