El ejercicio reduce el riesgo de que el cáncer reaparezca

Generalmente a los pacientes que padecen esta enfermedad se les aconseja el descanso y la reducción del ejercicio para limitar el dolor que el tumor maligno puede ocasionar, sin embargo, son numerosas las investigaciones que señalan que la actividad física en los afectados de cáncer suma muchos más beneficios que perjuicios.

Mantenerse físicamente activo durante el tratamiento del cáncer y después de este no sólo ayuda a las personas que padecen la enfermedad a cuidar su salud cardiovascular y mantener un peso saludable, sino que además, se reduce el riesgo de que el cáncer reaparezca.

Los estudios demuestran que los pacientes con cáncer que se mantienen activos son menos propensos a sufrir diferentes tipos de tumores y presentan una mayor sobrevida a la enfermedad.

La práctica regular de actividad física en pacientes que habían sido tratadas por cáncer de mama redujo en un 50% la reaparición de la enfermedad, y lo mismo ocurrió con el riesgo de que reaparezca el cáncer de colon cuando se realizaba 3 horas semanales de ejercicio en comparación con los individuos de menos de 1 hora de ejercicio por semana.

Además de este beneficio muy importante del ejercicio para los afectados de cáncer, la actividad mejora el estado cardiorrespiratorio, su fortaleza, su autoestima, su imagen corporal y reduce el riesgo de sufrir ansiedad y depresión que generalmente se asocian al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.

Por eso, se han reformulado las guías de prescripción de actividad física para personas que han tenido cáncer y en la actualidad se recomienda que practiquen, como en personas sanas, 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada a la semana.

Fuente: lanacion.com.ar
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