Aunque muchos de nosotros hemos podido perder peso sin realizar actividad física, se sabe que el organismo desencadena mencanismos compensatorios cuando reducimos la ingesta calórica con la finalidad de mantener el peso corporal, por eso, reduce el gasto por actividad física.
Entonces, una investigación reciente confirma que las dietas por sí solas no son suficientes para perder una cantidad significativa de peso sino que necesitan acompañarse de ejercicio para lograr el adelgazamiento.
Durante el estudio se evaluó la conducta de monos a los cuales se sometió a una dieta rica en grasa y después, se redujo las calorías de la misma en un 30%.
Ante esta medida se comprobó que los niveles de actividad física disminuyeron y su peso no se redujo notablemente en un mes, por eso, si queremos perder una cantidad importante de kilos, aunque sea de manera lenta, es imprescindible conjugar una reducción de la ingesta alimentaria con mayor gasto calórico, es decir, con actividad física.
Nuestro cuerpo es más sabio de lo que imaginamos y está preparado para que vivamos aun en escasez de comida, por eso, cuando amenazamos disminuyendo la ingesta, el cuerpo busca equilibrar el menor ingreso disminuyendo el gasto por actividad física, lo cual por supuesto, no permite modificar el peso corporal.
Además, los beneficios de conjugar dieta y ejercicio van más allá dela pérdida de peso, ya que nos permite obtener una mejor figura, aliviar el estrés, mejorar la salud interna del organismo y elevar el autoestima.
Fuente: tendencias21.net
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