A la hora de decidir perder peso, muchos optamos por los recursos que creemos más eficientes y nos equivocamos en ellos, pues en lugar de ayudarnos, pueden conspirar contra el adelgazamiento.
A menudo, las dietas fracasan, cansan a quienes las siguen, pero…. ¿Por qué sucede ésto? A continuación señalaremos los errores más frecuentes que cometemos cuando deseamos perder peso.
– Reducir drásticamente las calorías de la dieta. Ésta es una práctica que a menudo sucede, sobre todo si optamos por las dietas milagro, que por supuesto, logran un descenso de peso extraordinario debido a que sólo permiten la ingesta diaria de 800 o 1000 calorías.
Si realizamos una dieta extremadamente hipocalórica nuestro organismo se defenderá reduciendo el metabolismo, ya que asume que está en épocas de escasez y debe extremar los recursos para mentenerse sano y activo.
Lo que ocurre al culminar con éstas dietas, que no suelen durar debido a su insostenibilidad, es que el cuerpo ahorra energía para almacenar todo lo que le brindamos y ahí, se produce el famoso «efecto rebote» que recupera los kilos perdidos y aún más.
– No desayunar. El desayuno es la comida principal del día, por lo tanto, debería ser la más abundante y energética, por ello, evitar su realización contribuye a funcionar sin energía durante toda la mañana y llegar con más apetito al mediodía.
Además, los estudios recientes han confirmado que quienes desayunan y concentran en él hasta el 50% de las calorías diarias, pierden peso sin sufrir ansiedad, hambre ni efectos rebotes.
– Pasar entre 4 y 5 horas entre cada comida. Habitualmente, por cuestiones laborales u otras ocupaciones, no recordamos que es necesario comer y pasamos 5 horas o más entre una comida y otra.
Esto no sólo enlentece nuestro metabolismo, sino que al tomar conciencia de que pasaron largas horas sin comer nos lanzamos ante el primer alimento que encontramos, lo cual nos lleva a comer con rapidez, no saciarnos e ingerir más calorías.
– No consultar con un profesional. Todos sabemos que no asesorarnos adecuadamente con especialistas en un tema, nos empuja a optar por soluciones sin fundamento científico y de gran prestigio popular.
En el caso de realizar un plan alimentario para perder peso, si no consultamos un profesional, elegimos las dietas milagro o productos adelgazantes cuyos resultados no son duraderos ni agradables.
Preferimos la vía más fácil sin darnos cuenta de que gastaremos el doble de dinero sin conseguir un cambio sostenible en nuestros hábitos y teniendo la posibilidad de sufrir consecuencias indeseadas aún a largo plazo.
Éstos son algunos de los errores que se cometen con frecuencia a la hora de querer adelgazar. Conocerlos y saber cuáles son sus consecuencias nos guiarán por buen camino en el próximo intento.
En BlogNutrición: Desayunar para perder peso
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