Los pescados y mariscos son mundialmente conocidos por los grandes beneficios que le dan al organismo. A nivel nutricional, estos alimentos nos aportan muchos nutrientes indispensables para mantenernos saludables.
En los pescados, en especial los azules, encontramos ácidos grasos Omega 3, esto ayuda a proteger el organismo contra las enfermedades cardíacas.
Los pescados son una excelente fuente de proteínas, tienen un contenido proteico de 18-20%, y además, estas proteínas son consideradas de alto valor biológico. Además, aportan grandes cantidades de minerales tales como el fósforo, yodo o calcio.
Los ácidos grasos que posee (omega 3) son poliinsaturados, por tanto se encuentran dentro del grupo de grasas que son buenas para nuestro organismo. Estas tienen propiedades cardiosaludables.
Podemos dividir a los pescados en tres categorias en función a su contenido grasos:
– Grasos o azules: tienen un contenido lipídico igual o superior al 10 %, en este grupo se encuentra la angula, anguila, emperador, atún, salmón y muchos otros.
– Magros o blancos: bajo contenido en grasas, menos del 5 %, aquí encontramos a la pescadilla, merluza, rape, lenguado, gallo y bacalao.
– Variedad intermedia: estos tienen un 5 % de grasa, son las sardina, arenque, caballa y boquerón.
En cuanto a los mariscos, también hacemos bien en distinguirlos en:
– Los crustáceos: la langosta, el bogavante, el langostino, la gamba, la nécora, el centollo, la cigala, etc.
– Los moluscos: la ostra, la vieira, la navaja, el mejillón, el berberecho, la almeja, el caracol de mar, etc.
Los primeros se destacan por tener un bajo nivel de grasas, mientras que el aporte graso de los segundos es mayor pero, como decimos, se trata de ácidos grasos insaturados, es decir, grasas buenas.
Estas son buenas razones para incluir al pescado y a los mariscos en nuestra dieta diaria.
En BlogNutrición: Cuáles son grasas saludables y cuáles no.
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