A pesar de todas las medidas preventivas que se están tomando y más allá de los cuidados que todos creemos conocer para paliar la obesidad entre los niños, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, Argentina, ha indicado un aumento en el porcentaje de niños afectados por sobrepeso u obesidad.
Desde el año 2007, dónde el porcentaje rondaba el 28.6% de afectados, se ha incrementado a 29.7% este año. El actual dato no es para nada insignificante, ya que más allá de las cuestiones estéticas, tener un exceso de peso implica mayor riesgo de enfermedades crónicas que persisten por el resto de la vida.
Por otro lado, cada día se enaltece más al cuerpo esbelto y delgado, que presiona a los más pequeños con exceso de peso y los somete a problemas de discriminación, hostigamiento y baja autoestima.
Según los resultados del relevamiento anual que realiza el ministerio de salud bonaerence en conjunto con el área educativa, este año se registraron 2160 niños más con sobrepeso y obesidad que el año pasado. Por lo tanto, claro está que las medidas tomadas hasta el momento no producen resultados positivos.
Entonces, algo hay que replantear, o ampliar la información sobre los riesgos que conlleva un estilo de vida poco saludable, pues debemos intentar reducir las cifras de niños afectados por sobrepeso y obesidad, con la finalidad de mejorar su futura calidad de vida, así como la de su familia.
Los expertos aseguran que el problema atraviesa todas las clases sociales y que se trata de un mal epidémico. Se ha constatado el consumo inadecuado de productos altos en grasas y azúcares entre los sectores más pudientes, mientras que en las clases sociales más humildes, predomina el consumo de harinas y aceites por ser alimentos llenadores de bajo costo.
Por lo tanto, se deben fomentar pequeñas modificaciones en los hábitos alimentarios, así como en la práctica de ejercitación física, para lograr un cambio progresivo, pero sostenible
Fuente: lanacion.com
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