La diabetes, al igual que la obesidad, es una enfermedad que continúa sumando afectados y no se trata sólo de altos niveles de azúcar en sangre, sino que es una patología metabólica de mayor complejidad de lo que pensamos.
En la población actual, se escucha con frecuencia que la diabetes no es una enfermedad y que con sólo reducir la ingesta de azúcares y carbohidratos, la patología puede controlarse.
Sin embargo, existe toda una alteración del metabolismo que nosotros podemos controlar, aún teniendo predisposición genética.
Como siempre decimos, los genes pueden indicar algo, pero si nosotros no le brindamos el ambiente adecuado para cumplir su objetivo, las enfermedades pueden evitarse.
Al respecto, el vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Interna, ha señalado que la mitad de los casos de diabetes podrían prevenirse si se practicaran hábitos de vida saludables, como una dieta sana, ejercicio físico regular, reducir el consumo de alcohol, aliviar el estrés y dejar de fumar.
Todos estos cambios en nuestros hábitos pueden reducir la incidencia de la diabetes y así, evitar sus consecuencias que, en la mayoría de los casos, involucra al aparato cardiovascular.
Cada 10 segundos fallece una persona en el mundo por causas relacionadas con la diabetes, por ello, aunque sus síntomas no sean visibles, debemos reconocer y tomar conciencia de que dicha enfermedad es más peligrosa y prevalente de lo que creemos.
Por lo tanto, merece que no sólo controlemos su curso mediante buenos hábitos de vida, sino que, evitemos su aparición llevando una vida equilibrada y activa.
Si queremos, podemos. El ambiente y los hábitos pueden vencer a la genética si así lo deseamos.
Fuente: yahoo.com
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