Además de conocer los nutrientes contenidos en cada alimento, es importante saber cómo conservar sus beneficios al momento de cocinar o almacenar los productos.
Es decir, los nutrientes que contiene el tomate fresco pueden verse reducidos si se los somete a largos períodos de cocción.
En cambio, algunos efectos positivos sólo se brindan al organismo si el alimento es cocinado.
En líneas generales, los alimentos frescos deben comprarse en buen estado y la mejor forma de conservarlos es en lugar fresco y seco, siendo lo ideal la refrigeración.
Para cocinar verduras o frutas, lo recomendable es la cocción al vapor, ya que el hervido produce el paso de nutrientes al agua que, en la mayoría de los casos, no se utiliza y se pierden múltiples vitaminas y minerales.
El microondas es una buena opción que repercute muy poco sobre la pérdida de nutrientes, ocasionando una cocción similar al vapor.
Las papas y demás alimentos que sí o sí se consumen cocidos, es recomendable prepararlos hervidos en poca agua, a la plancha, a la parrilla o al horno con muy poca cantidad de grasa adicionada, ya que la fritura ocasiona una gran pérdida de nutrientes y agrega grasas y calorías en abundancia.
Para mantener un equilibrio y alcanzar una dieta saludable, lo recomendable es incluir alimentos varios y una porción de verduras crudas y una cocida al día de diferentes colores, con el objetivo de aportar con la dieta vitaminas y minerales.
También es importante ingerir una porción de carne y una ración de cereales mediante arroz, pastas o harinas, recordando siempre evitar las frituras.
La inclusión de varios alimentos y la utilización de técnicas de cocción adecuadas pueden ayudarnos a que nuestra dieta sea aún más saludable.
En BlogNutrición: ¿En qué consiste una dieta saludable?
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