En numerosas ocasiones hemos resaltado la importancia de hacer ejercicio para mantenernos saludables en todo sentido. Hoy vamos a hablar de como un ejercicio en particular beneficia enormemente a nuestra salud. Correr es un deporte que muchos practican en nuestros días, sin embargo, si lo que se busca es incrementar los beneficios que éste nos da, entonces lo mejor es correr por el monte.
Una de las principales ventajas de correr en este lugar es el aire limpio que respiramos, lo cual hace la diferencia. El salir momentáneamente de la ciudad, que se encuentra inundada de contaminación, hacia una zona en donde haya árboles mejorará notablemente la calidad y cantidad del aire que se inspira.
Por otro lado, el correr por las montañas, según estudios, consume más energía. Por lo tanto, quemamos más calorías que cuando corremos en el asfalto. Además, evitamos la tendinitis que se genera al correr sobre el suelo duro y el rebote que provoca sobre nuestras articulaciones el mismo. Si ya sufres de tendinitis frecuentemente lo mejor es correr por terreno blando y el monte es el escenario perfecto.
Además, el correr por el monte hace que nos olvidemos de nuestra rutina diaria, por tanto, nos olvidamos del estrés. Simplemente el cambiar de paisaje y salir dos veces a la semana al monte nos generará cambios notorios y disminuirá la carga de estrés que acumulamos diariamente.
El monte también nos ayuda a despejar la mente, ya que, al cambiar de paisaje, a uno más natural, nos encontramos mucho más atentos y anticipando cualquier imprevisto que en la ciudad no existe. También ejercitamos otros músculos, este lugar no es tan liso como el asfalto, por tanto trabajamos músculos diferentes, y los fortalecemos y mejoramos la estabilidad.
Por último, sin duda vale la pena simplemente para disfrutar del entorno, y descubrir nuevas rutas y zonas. Disfrutemos de lo que la naturaleza tiene para darnos, sin duda será un gran beneficio para nuestra salud.
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