La música no sólo puede mejorar nuestro estado de ánimo relajándonos o estimulándonos, sino que además, puede tener un efecto especialmente positivo en las habilidades cerebrales de los más pequeños.
Una investigación reciente asegura que la formación musical en los niños mejora las habilidades de lenguaje, la memoria, la conducta y la inteligencia espacial en los más chicos, lo cual puede colaborar en su rendimiento cognitivo y favorecer su asistencia al colegio.
Así, tocar un instrumento puede colaborar grandemente con el desarrollo intelectual de los chicos, ya que un músico necesita un gran entrenamiento mental para lograr movilizar sus dedos con velocidad.
La música ya se ha consolidado como terapia de muchas enfermedades y malestares, pero ahora, surge como terapia neuropsicológica, ya que mejora notablemente algunas habilidades tales como la conducta, la memoria, el lenguaje y la inteligencia espacial que es la capacidad de percibir con detalles el mundo y de formar imágenes mentales de los objetos, lo cual puede aplicarse a la vida cotidiana para resolver problemas matemáticos o para envolver objetos correctamente, por ejemplo.
Además de los antes dichos beneficios, recibir un entrenamiento musical mejora las relaciones sociales y el autoestima de los más pequeños, todo lo cual se traduce en más seguridad, autoconfianza y disciplina.
Así, tocar un instrumento no sólo mejora habilidades motoras sino también, favorece el rendimiento cognitivo, por eso, los niños en edad escolar que reciben una formación musical pueden llevarse mejor con el estudio formal, en el colegio.
Fuente: consumer.es
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