Hoy queremos dedicarnos a hablar sobre un alimento fundamental que no debería faltar en nuestra alimentación, se trata del pescado. Ya hemos mencionado en varias ocasiones sus propiedades, hoy queremos centrarnos en las principales, te contamos por qué deberías incluirlo en tu dieta, ¡presta mucha atención!
Comenzamos hablando sobre una de sus principales características, el pescado es una fuente de proteínas, aunque no aporta tantas como la carne. Además, contiene variedad de nutrientes fundamentales para el organismo como el fósforo y vitaminas sobre todo A y D, además de magnesio y yodo.
Podemos encontrar dos tipos de pescados, por un lado el blanco, el cual tiene muy poca grasa y el pescado azul, que se destaca especialmente por su contenido en Omega 3, un nutriente muy beneficiosos para prevenir las enfermedades cardiovasculares, en esta categoría entra la caballa, sardinas, boquerones, palometa, atún, salmón, entre otros. En cuanto al pescado blanco, los mismos son la merluza, el bacalao, rape y lenguado, entre otros.
Algo fundamental a la hora de consumir pescado es saber cómo prepararlo, si vamos a comprar alguna especie que desconocemos es muy importante leer la información del etiquetado. Además, lo mejor es elegir pescados que han sido extraídos directamente del mar, en lugar de ser criados en piscifactoría. Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que esta información te sea de gran utilidad y te ayude a cuidar mejor de tu salud, ¡suerte!
Los ácidos grasos Omega-3 de cadena larga previenen del colesterol elevado, uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares. Esto es debido a que los ácidos grasos Omega-3, especialmente el EPA, reducen el estado inflamatorio de los vasos sanguíneos, los triglicéridos, el colesterol-LDL (o colesterol malo), la HTA y la resistencia a la insulina, y aumentan el colesterol-HDL (o colesterol bueno).