Hoy queremos hablar sobre un aspecto muy importante a la hora de llevar una dieta saludable. Vamos a contarte cómo puedes reducir las grasas saturadas, como ya hemos hablado en varias ocasiones, existen dos tipos de grasas, una de ellas son las saturadas o también llamadas “grasas malas”. Estas son las grasas que tienden a acumularse y aumentan los niveles de colesterol.
Para comenzar una de las cosas que podemos hacer es eliminar las grasas visibles de los alimentos, antes o después de cocinarlos. También podemos elegir directamente carnes magras, como pollo y pavo sin piel, conejo sin grasa visible, filete de ternera, solomillo de ternera y cerdo, cinta de lomo o magro de cerdo. También es conveniente quitar la grasa de los caldos de ave, carne y huesos en frío.
Por otro lado, recomendamos limitar el consumo de fiambres y embutidos grasos, foie gras y patés. Tampoco deberíamos excedernos con alimentos como la nata, mantequilla o el bacón y por supuesto, evitar por completo los snacks fritos y la repostería industrial.
Por último, es importante que consumas pescado blanco y azul con asiduidad ya que nos ayudan a reducir el colesterol. Estos eran los consejos que teníamos para darte, fáciles de seguir y marcan la diferencia, ¡te animamos a intentarlos!