Los tubérculos nos ayudan a estar más sanos

Durante estas épocas más frías solemos consumir más sopas y guisos, alimentos que pueden ser muy nutritivos dependiendo de los ingredientes que incluyamos. Hoy queremos aprovechar para hablar sobre una clase de alimentos que son especialmente saludables y recomendables para esta época, los tubérculos.

Los mismos son auténticos tesoros llenos de vitaminas y minerales, que se convierten en una forma excelente de energía. Podemos definir a los tubérculos como tallos subterráneos modificados y engrosados en donde tienden a acummularse nutrientes, que son las reservas de la planta.

Entre los principales tubérculos comestibles se destacan: las patatas, los boniatos, la batata, la yuca, o la remolacha, entre otros. En el caso del boniato, se destaca por ser rico en betacarotenos, también aporta vitaminas del grupo B (sobretodo destaca el ácido fólico), además de vitamina C. En cuanto a los minerales, se destacan el potasio, manganeso y hierro.

Por otro lado, la batata contiene más hidratos de carbono complejos y azúcares que la patata, de ahí su delicioso sabor dulce. Es especialmente recomendado en el caso de la dieta infantil y en la dieta de deportistas. Se destaca por contener vitaminas del grupo B como el ácido fólico, las vitaminas C y E. Minerales aporta hierro, manganeso y potasio.

La patata es uno de los tubérculos más conocidos, como ya hemos hablado en otras ocasiones, es fuente de azúcares complejos y vitaminas del grupo B y en minerales como el potasio, selenio, flúor, hierro, fósforo y magnesio.

La remolacha es un tubérculo que se caracteriza pro ser muy depurativo con bajo contenido calórico, aporta vitaminas del grupo B como el ácido fólico, al igual que vitamina C. Respecto a los minerales, es conocido su aporte en hierro.

Por último, la yuca es recomendable consumirla siemrpe cocida, ya que tiene una toxina que se elimina con la cocción, la misma es rica en hidratos de carbono, y aporta vitaminas del grupo B, al igual que minerales como el fósforo o el hierro.

Por tanto, este otoño e invierno, ¡a comer muchos tubérculos!

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