Todos sabemos que los más pequeños conforman sus hábitos dependiendo del entrono que los rodea y los comportamientos de los adultos que se encuentran a su alrededor.
Además, es sencillo ver cómo a medida que los niños crecen imitan y copian conductas de sus padres, hermanos u otros individuos mayores, entonces, ese dicho que señala «predicar con el ejemplo» no hace más que reflejar la realidad, ya que tener buenas conductas implica que los niños que crecen viéndonos a nuestro alrededor, las tomarán como ejemplo.
Tanto puede influir el comportamiento de los padres que la Asociación Española contra el Cáncer asegura que el buen ejemplo de los padres puede reducir en un 35% los tumores que se presenten en la edad adulta en sus hijos.
Con sólo llevar una vida sana, con dieta equilibrada y actividad física, los niños crecerán tomando a éstas conductas como naturales y cotidianas, sin que cuando sean mayores requieran de un esfuerzo intenso para llevar un estilo de vida saludable.
Además, si los padres dejaran de fumar, los niños tendrían menos probabilidades ser fumadores y menos riesgo de padecer enfermedades respiratorias y cáncer a causa del humo del tabaco. Incluso, 1 de cada 3 tumores desaparecería con sólo decir adiós al cigarrillo.
Aunque el cáncer tiene una fuerte influencia genética, está más que claro que el estilo de vida puede dar un gran aporte en su prevención y sobre todo, el ejemplo de los padres, puede salvar la vida de sus hijos en un futuro al reducir el riesgo de que desarrollen enfermedades asociadas al estilo de vida.
Fuente: yahoo.com
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