Todos sabemos que la obesidad tiene una fuerte influencia genética, pero también es determinante la intervención del ambiente en el que los genes deben expresarse. Por lo tanto, más allá de los genes, el estilo de vida de la familia tiene efectos importantes en la probabilidad de padecer obesidad.
Un reciente estudio de Pensilvania halló que los adolescentes tendían a ser más pesados en aquellas familias que con frecuencia se saltaban comidas o pasaban largas horas frente al televisor o en los videojuegos.
Es decir, la investigación indica que el peso y la obesidad son cuestión de familia, pero no sólo por compartir rasgos genéticos, sino por lo que hacen juntos, cómo pasan el tiempo juntos, lo que comen o cómo se organizan como familia.
Para el presente trabajo se evaluó a más de 2500 parejas de gemelos y se consideró la influencia de diferentes factores, tales como el peso de los padres, el nivel socioeconómico, el nivel educativo de los padres, el peso al nacer, el nivel de actividad física y otros.
Pero dos factores totalmente ajenos a la genética surgieron como influyentes en el peso de los adolescentes y ellos fueron la cantidad de horas que pasan frente al televisor o los videojuegos y el hecho de que la familia salte comidas.
El ritmo acelerado de hoy en día, así como la desorganización familiar o los escasos recursos económicos puede llevar a saltarse comidas, y es casi determinante que no comer de manera fraccionada influye en el incremento del apetito y aumenta la ingesta de alimentos, dando más probabilidades a un consumo excesivo que favorezca el aumento de peso.
Asimismo, las actividades sedentarias instaladas en la familia se contagian a los más pequeños del hogar, quienes arman sus hábitos y su estilo de vida de acuerdo a los presentes en los adultos de la familia. Por eso, es fundamental no favorecer este ambiente obesogénico que puede ser el mayor influyente en el desarrollo de obesidad.
Por el contrario, siempre es conveniente compartir la mesa familiar, educar con el ejemplo y modificar ciertos comportamientos a favor de un estilo de vida más sano y activo que no propicie el aumento de peso entre los más chicos del hogar.
Fuente: terra.com
En BlogNutrición: La obesidad: ¿enfermedad contagiosa?
Para mi gusto que sí es cosa de familia, pero por la «cultura alimenticia», es decir los ingredientes que se usan para preparar los alimentos.
De pequeño uno va aprendiendo los sazones y toma gusto a ciertos alimentos preparados de una forma específica.
Por ej. en México nos acostumbramos a los tamales, que son altamente engordantes, pues contienen manteca de cerdo.
Aquí hay un artículo que explica que hay alimentos que adelgazan:
http://aguascalientesmapa.com/d/alimentos.htm
Coincido plenamente contigo Vicente, por eso es importante tener hábitos saludables que se trasladen a los más pequeños desde que comienzan a compartir la mesa familiar y así, crean su cultura alimentaria con ingredientes más sanos.
Un saludo!
efectivamente la obesidad infantil a incrementado mucho en los paises en subdesarrollo como en los de desarrollo, y hay que sensibilizar a la poblacion del grave problema de salud publica que es la obesidad.
que es un problema qe en la que en un futuro los niños creceran con problemas cronico-degenerativa.
me intereza muchio este articulo, tema ya que estoy realizando e investigando mucho por que pretendo y tengo que hacer una tesis para mi titulacion de este tema y recomendaria que pusieran datos actuales .
saludos