Es normal que en las épocas más calurosas del año nos preocupemos por mantenernos bien hidratados, ya que perdemos mucho líquido a través del sudor. Sin embargo, la mayoría de las personas descuida este aspecto en invierno, los días se ponen más fríos y el sudor se hace menos notable, por tanto bebemos menos cantidad de agua. Es importante tener en cuenta que por más que las temperaturas cambien nuestro cuerpo sigue necesitando la misma cantidad de líquido y resulta fundamental mantener un equilibrio hídrico para rendir correctamente.
Por tanto, es muy importante que cuidemos la cantidad de líquido que bebemos en invierno, y los alimentos que comemos que lo contienen, ya que, el 15-20% de agua que nuestro cuerpo tiene proviene de los alimentos.
Es normal que descuidemos la hidratación en esta época porque sentimos menos sensación de sed y sudamos mucho menos también, sin embargo, las necesidades de nuestro cuerpo no se reducen y es importante beber agua aunque no nos sintamos sedientos. Ya que, podemos estar levemente deshidratados y no darnos cuenta.
Es importante conocer las consecuencias de esto, el perder un 3% del peso corporal en agua implica, menor concentración y memoria, y una baja notable en el rendimiento no sólo físico, sino también, intelectual.
Es por esto que no debemos esperar a que nos de sed para beber agua, además, no olvides que las frutas, verduras contienen grandes cantidades de agua, apóyate en ellas también. También aprovecha a beber caldos y sopas que no solamente nos calientan el cuerpo, sino que nos ayudan a no deshidratarnos.
En BlogNutrición: Falsos mitos sobre el agua.
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