Uno de los grandes problemas de quienes quieren adelgazar son las harinas y el azúcar, culpables de que nos desviemos de la dieta. Hoy queremos hablar de por qué son tan tentadoras y a qué se debe el efecto adictivo que poseen, de forma que podamos cuidar mejor de nuestra figura, ¡presta mucha atención!
Por lo general los alimentos que más nos pide el cuerpo y llaman nuestra atención son los más perjudiciales. Estos suelen contener más grasas y calorías, y son los que más calman nuestra ansiedad. Esto se debe principalmente a que este tipo de alimentos elaborados a partir de harinas refinadas suelen contener altas cantidades de glucosa, la cual nuestro organismo asimila de manera rápida, creando una sensación de bienestar. El aumento de glucosa hace que estemos más activos y alertas, lo cual es satisfactorio a nivel orgánico. El problema está en que el organismo elimina de forma muy rápida esa glucosa de la sangre, produciendo un efecto rebote, haciendo que la misma se convierta en grasas.
Al procesarse tan rápido nuestro organismo vuelve a pedirnos que ingiramos este tipo de alimentos, ya que estar en una situación de euforia constante es ideal y muchas personas buscan conseguir esto. Se forma una especie de círculo vicioso que termina siendo muy perjudicial para nuestra salud, es por esta razón que recomendamos siempre consumir alimentos que sean integrales. Esto último se debe a que los mismos contienen hidratos de carbono complejos que el organismo tarda más en asimilar y que por lo tanto dosifican más la cantidad de glucosa en sangre.
Estos eran los consejos que teníamos para compartir, fáciles de seguir y nos ayudan a cuidar mejor de nuestra salud, ¡te animamos a tenerlos en cuenta!