Hoy vamos a hablar un poco sobre el pan, hemos discutido este alimento en varias ocasiones, así como desmentido algunos mitos que sobre él se hacen. Por lo general, el pan suele ser un alimento prohibido en las dietas por causa de su contenido en hidratos de alto índice glucémico, algo que pensamos que se nos acumulará en forma de grasa inmediatamente. Esto no es del todo cierto y hay situaciones en las que consumir pan puede ser beneficioso para nuestra dieta, ¡te contamos cuándo!
Debemos tener en cuenta que por la mañana cuando nos levantamos nuestro cuerpo nos demanda energía la cual proviene principalmente de la oxidación de hidratos de carbono. Por esta razón, el pan es fundamental en estos momentos, aunque, debemos procurar consumirlo de forma moderada, por ejemplo, una tostada por la mañana, un par de rebanadas a mediodía y un bocadillo por la tarde.
El verdadero problema con el pan es la cantidad que consumimos y en qué momento lo hacemos. Debemos ingerir las calorías que vamos a gastar y no más que esto, por tanto, no es una buena decisión alimentarnos con pan por la noche, ya que esa energía n será consumida y ahí sí se convertirá en grasas.
La OMS recomienda consumir entre 200-250 grs de pan al día, aunque, también influye el tipo que elijamos. Lo mejor son los panes integrales, que aportan minerales y fibras. Además, se recomienda consumirlo lo más alejado posible de un periodo de descanso o inactividad.
Por tanto, como vemos el pan es un alimento necesario para cuidar de la salud, la precaución que debemos tener es consumirlo en los momentos indicados y en cantidades razonables.