Los calambres son algo muy común tanto en verano como en invierno, en la semana estuvimos hablando sobre qué precauciones tomar cuando hacemos deportes en las épocas más frías para evitarlos. Hoy vamos a contarte como la alimentación también puede ayudarnos a prevenirlos.
Primero que nada debemos entender exactamente qué son, los calambres son una contractura involuntaria y persistente del músculo que indican que algo no va bien. Los mismos nos piden que detengamos al actividad que estamos efectuando ya que de otra forma sufriremos de una lesión. Por lo general se dan cuando hay una descompensación del equilibrio hidroelectrolítico, es decir, que nos falta agua o sales.
Para prevenirlos debemos consumir alimentos que sean ricos en potasio y magnesio, estos minerales pueden encontrarse fácilmente en las verduras y hortalizas. Junto a esto además debemos preocuparnos por mantenernos correctamente hidratados antes, durante y después de la actividad.
Por último, queremos destacar que los frutos secos y legumbres también nos ayudan con este problema, además, son muy fáciles de incluir en la dieta. Te animamos a comenzar a consumirlos, verás como de esta forma tu cuerpo funciona con normalidad y evitas problemas de este tipo.
¡Suerte!