Un estudio realizado por el equipo del profesor Johannes H. M. Merks, del Hospital Infantil Emma de Amsterdam, afirma que los niños con cáncer tiene una mayor prevalencia de defectos corporales, como extremidades asimétricas o columnas vertebrales curvadas, que el resto de los menores. Esto sugiere que los defectos genéticos pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo del cáncer.
Diversos estudios han demostrado que los genes del desarrollo, que tienen un rol fundamental en el plan de formación del organismo humano durante la embriogénesis, están también implicados en la evolución del cáncer. Por lo tanto, ciertos síndromes genéticos pueden asociarse con un aumento en el riesgo de sufrir un tumor y cáncer en niños.
El estudio se realizó entre enero de 2000 y marzo de 2003, incluyó a 1073 participantes que fueron sometidos a exámenes físicos de sus particularidades morfológicas y el objetivo del mismo fue analizar la prevalencia de irregularidades morfológicas en la estructura corporal de niños con cáncer, tales como diferentes longitudes de sus miembros, dimensiones de manos o pies, orejas prominentes o espalda curvada.
Los resultados de la investigación mostraron que tanto las mayores anomalías como las de menor importancia eran significativamente más prevalentes en el grupo de niños que padecía cáncer. Una o más particularidades graves se presentaban en el 26,8 por
ciento de los pacientes individuales, dos más en el 5,1 por ciento de
los pacientes y tres o más en el 0,9 por ciento, en comparación con las
cero encontradas en los controles.
Los autores han llegado a la conclusión de que la aparición de defectos genéticos juega un rol más importante en la oncogénesis pediátrica que lo que antes se estimaba. Por esta razón, la detección de patrones de particularidades morfológicas puede facilitar la identificación de los síndromes que predisponen a la aparición de nuevos tumores.
Fuente: yahoo.com