El té blanco es el preparado con los primeros brotes de las plantas con las que se hacen el té verde y el té negro. Según un estudio publicado en la revista Nutrition and Metabolism, su ingesta tiene efectos positivos y reductores de la obesidad.
Después de una serie de experimentos, se demostró que una infusión elaborada a partir de la planta Camellia sinensis, inhibe la generación de nuevos adipositos (células del tejido adiposo o graso) y además, estimula la eliminación de la adiposidad de las células ya maduras.
El té blanco podría ser una ayuda contra la obesidad y las consecuencias que ésta genera en gran parte de la sociedad mundial, ya que según indicaron los investigadores, la infusión indujo una reducción de los genes vinculados al desarrollo de nuevas células adiposas y, al mismo tiempo, impulsó la disolución de la grasa contenida en los adipositos.
El té blanco, al ser producto con un menor procesamiento, tiene más ingredientes activos y beneficiosos que el té verde o el té negro, los cuales se piensa, son los responsables de las ventajas sobre la adiposidad corporal.
Si su consumo diera los frutos que se observaron en el laboratorio, a largo plazo la ingesta de té blanco podría ayudar a perder peso a expensas de grasa corporal y así, se convertiría en un verdadero facilitador de la lucha contra la obesidad.
Sin embargo, no podemos olvidar que más allá de esta «potencial ayuda», siempre es necesario un cambio de hábitos que sólo se logra con una dieta adecuada y la práctica regular de actividad física.
Fuente: yahoo.com