En todo entrenamiento debemos tomarnos unos minutos al final para que nuestro cuerpo regrese a la normalidad, esto también es aplicable a cuando salimos a correr. Es importante acabarlo centrándonos en que nuestro cuerpo vuelva a la calma, de esta gorma mejoramos los procesos de recuperación y evitamos lesiones. Hoy te damos algunos trucos para lograrlo eficientemente. ¡Presta atención!
Es muy importante que regresemos al estado de reposo de forma progresiva, nunca de golpe. Con esto nos referimos a que es muy malo correr 10 km y al terminar frenar y sentarnos a descansar. Lo indicado es permitir que nuestro corazón vuelva a su ritmo de forma progresiva, por tanto comenzamos a trotar, después caminar y vamos frenando de a poco.
También es fundamental que no olvidemos el estiramiento, debemos trabajar especialmente los siguientes músculos: isquiotibiales, glúteos, cuádriceps y gemelos. Debemos elongar suavemente los músculos para que no queden rígidos después. También podemos aprovechar este momento para que nuestra respiración vuelva a la normalidad, iremos pasando de inspiraciones cortas y menos profundas a inspiraciones largas, profundas y acompasadas con la espiración.
Con estos tres puntos estamos cubriendo el sistema cardiovascular, respiratorio y muscular, lo cual nos ayudará a recuperarnos siempre cuidando de nuestra salud. ¡Esperamos esta información te sea muy útil!