En los días que vivimos donde el trabajo cada vez exige más de nosotros y tenemos mayores responsabilidades, el estrés y las emociones pueden influenciar nuestros hábitos alimentarios. La mayoría de las personas canalizan estas emociones a través de los alimentos. A esto se le llama alimentación emocional y puede convertirse en una enfermedad. Ya que, si bien los alimentos nos causan placer y hacen sentir mejor, no podemos ingerirlos cada vez que estamos cansados, enojados, estresados, tristes o angustiados.
Este tipo de alimentación puede desembocar en consecuencias desagradables, ya que, por lo general estos hábitos se asocian a una dieta poco saludable, lo cual pomueve la obesidad. Es por esto que es muy importante controlar la ingesta de alimentos cuando lo hacemos por un estado emocional. Te damos algunos trucos para que puedas lograrlo.
Primero que nada, cada vez que abras la heladera debes preguntarte la razón por la que lo estas haciendo. Si realmente tienes hambre o lo haces sólo para sentirte mejor porque estas enojado, angustiado, aburrido o por alguna otra razón.
Si descubres lo haces por un estado de animo, entonces debes buscar otra forma de enfrentarte a las emociones que no sea por medio de los alimentos, algunas de las cosas que puedes hacer son:
– Salir a caminar o pasear con la mascota para relajarte y dejar de pensar en los problemas y la comida.
– Muchas personas optan por ir al gimnasio y liberar las tensiones por medio del ejercicio.
– Si estas cansado puedes dormir una pequeña siesta de 30 minutos.
– Puedes optar por beber agua en lugar de ingerir alimentos sólidos, ya que, muchas veces podemos confundir la sensación de hambre con la sed.
– Otra buena opción es desahogarte, hablar con un amigo o persona de confianza. Si no quieres hablar de tus problemas con alguien puedes escribirlos en un diario. Verás que es de gran ayuda.
Un buen consejo para evitar caer en la alimentación emocional es realizar entre 4 y 6 comidas diarias, las tres principales y colaciones. De esta forma reduciras el tiempo entre comidas y la ansiedad será menor.
Si sigues al pie de la letra estos consejos podrás encontrar otra forma de afrontar tus emociones que no sea la comida, y de esta forma, cuidar de tu salud.
En BlogNutrición: El hambre no es la única razón por la que comemos.