Según estudios sobre el comportamiento de los niños frente a videojuegos violentos, se concluye que algunos pueden volverse más hostiles y agresivos debido a estos.
Si bien en ocasiones los videojuegos pueden ser beneficiosos para algunos, ya que mejoran sus capacidades visuales y espaciales, y además, sus habilidades para crear redes sociales, para otros tiene un efecto negativo.
Para la gran mayoría de niños son inofensivos, sin embargo, para una minoría con problemas de personalidad o de salud mental pueden resultar muy dañinos. Ya que estos responden de una forma más poderosa a la influencia de los videojuegos, son susceptibles a estos y se ven afectados negativamente.
Por tanto, se debe tener cuidado especialmente con juegos que se anime al niño a matar personas, animales o eliminar objetos para ganar puntos.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que los adolescentes tienen una mayor tendencia a sentir rabia de los adultos. Son un conjunto de emociones mezcladas y todavía no han terminado de moldearse, es por esto que cualquier tipo de estímulo externo, sea negativo o positivo, los influencia.
Un estudio demostró que por ejemplo, aquellos niños que son fanáticos de los juegos de artes marciales por lo general ensayan lo que han aprendido en el videojuego con sus compañeros y amigos. También tienen tendencia a imitar los gestos que aprenden de los personajes en la pantalla, e inclusive son más agresivos con sus profesores.
Es importante, por lo tanto, que los padres supervisen el tipo de diversión que sus hijos eligen y se aseguren de que rechacen este tipo de contenidos. Recientemente varias asociaciones familiares y figuras políticas han denunciado estos juegos e incitado su prohibición.
Fuente: hijos.mujer.es
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