La obesidad es una de las principales enfermedades que protagonizan el siglo XXI y se sabe que los factores que influyen en su desarrollo son muchos y variados. Sin embargo, una posible causa hasta el momento inimaginable ha salido a la luz en un reciente estudio.
Aunque científicos británicos ponen en tela de juicio la afirmación, investigadores estadounidenses señalan que la obesidad puede contraerse a través de un virus, tal como sucede con los resfriados, por ejemplo.
El equipo de expertos de Luisana cree que el adenovirus, altamente infeccioso, puede contagiarse a través de la tos o de las manos sucias y provocar que las células adiposas se multipliquen.
Después de infectar a pollos y ratones de laboratorio con el virus antes dicho, se comprobó que los animales infectados engordaban mucho más rápidamente que los animales no contagiados aún comiendo la misma cantidad de alimento.
En humanos, se sabe que un tercio de los adultos obesos tiene el virus, mientras que sólo presentan el virus el 11% de los individuos sin sobrepeso.
Según los especialistas el virus ingresa en los pulmones y luego se propaga por diferentes partes del cuerpo. Cuando llega al tejido adiposo, el virus se replica, produce más copias de sí mismo y al mismo tiempo, el proceso aumenta el número de células adiposas, por ello, podría explicarse la relación entre la expansión de la grasa corporal y la infección con el virus.
La nueva causa potencial de obesidad ha causado fuertes controversias, ya que un simple resfriado a causa de un virus, es para muchos, razón insuficiente para padecer obesidad. Además, en mi opinión, existen otros factores que favorecen el desarrollo de un exceso de grasa corporal y al mismo tiempo, pueden evitar la obesidad, aunque se posea el virus.
Fuente: 20minutos.es
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