La falta de actividad física así como los malos hábitos alimentarios que protagonizan la vida de los más pequeños, no sólo son los responsables de las crecientes cifras de obesidad, sino que un reciente estudio alarma acerca de sus consecuencias a nivel psicológico y emocional.
La investigación ha evaluado a un total de 430 niños de entre 4 y 14 años a quienes profesionales en pediatría han aplicado un test denominado Krece Plus, el cual fue avalado por la Asociación Española de Pediatría y promovido por Kellogg’s.
Los datos de dicho test nutricional revelan que existe una gran porcentaje de niños con problemas de nutrición, ya que el 19% se encuentra con un nivel medio de nutrición, mientras que el 24% tiene un bajo nivel y el 16% presenta sobrepeso y obesidad.
Además, se vinculó el índice de masa corporal de los más pequeños con su nivel cognitivo,sus relaciones sociales y afectivas, pudiendo detectar que los niños con más índice de masa corporal tienen una puntuación más baja en los test y presentan anomalías a nivel psicológico.
A mayor peso corporal de los pequeños, mayores restrasos en las funciones nerviosas y musculares, deficiencias en las habilidades sociales y de autonomía personal, así como trastornos afectivos, de comportamiento y personalidad.
Claro está que una nutrición deficiente así como una dieta excesiva y desequilibrada, influyen de manera determinante sobre el desarrollo cognitivo y emocional de los más chicos. Asimismo, el ejercicio físico permite un mayor y mejor desarrollo emocional y psicológico de los niños, evita problemas de motricidad y de ansiedad.
Entonces, en un mundo donde el sedentarismo cada vez afecta a más niños y donde los hábitos alimentarios inadecuados no se revierten, los pequeños sufren sus consecuencias no sólo a nivel orgánico y físico, sino también, a nivel psicológico y emocional.
Si pensamos que se trata del futuro del mundo, deberíamos cuidar más a las generaciones de niños de la actualidad, pues una niñez limitada a causa de estilos de vida inadecuados indica un futuro descontrolado e incierto que podría revertirse con sólo efectuar pequeños cambios en las conductas diarias para mejorar la dieta y el perfil de actividad física de los más chicos de la sociedad.
Fuente: yahoo.com
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Buen artículo!
Me parece que también influye mucho la disponibilidad de alimentos sanos. Por ejemplo, estás en la casa viendo TV, quieres algo que comer, y ¿cuál es la elección?
Palomitas, papas fritas, a lo mucho cacahuates, todo esto convenientemente presentado en bolsitas de celofán. Pero quién va y pela un pepino o una jícama para comérselo?
Saludos!
Gracias por tu aporte Vicente!
Está claro que la dieta sana no sólo se construye en la mesa, sino desde la selección y compra de alimentos.
Saludos!
Estoy llevando a cabo una investigación sobre este tema en Puerto Rico. Es parte del programa de Maestria de mi universidad y he escogido este tema como futura Tésis. Me gustaría saber si podría tener acceso al documento o artículo donde se publica esta investigacíon. Cualquier información, seré grandemente agradecida!
Hola Cristina,
acá te mando el enlace del estudio detallado:
http://www.plataformasinc.es/index.php/esl/Noticias/La-falta-de-ejercicio-y-los-malos-habitos-alimentarios-en-ninos-se-asocian-a-un-retraso-psicologico-y-emocional
Espero sea de utilidad!
Un saludo