Aunque comencemos nuestras actividades después de pasar 7 u 8 horas en la cama, muchos son los que revelan padecer un trastorno del sueño, y es que dormir la cantidad adecuada no siempre es sinónimo de dormir bien.
Una encuesta realizada en Argentina nos revela por qué 1 de cada 4 argentinos dice padecer algún trastorno del sueño, ya que las alteraciones del descanso nocturno están aumentando entre las mujeres y los mayores de 65 años.
El 9% de las personas entrevistadas manifestó tener dificultades en conciliar o mantener el sueño durante la noche, mientras que el 7% expresó tener molestos calambres nocturnos, sobre todo en las piernas. Además, el 6% dice hablar en voz alta durante la noche, el 5% señaló tener pesadillas, el 4% aprieta o rechina los dientes y el 2% señaló padecer parálisis del sueño, que constituye una incapacidad pasajera de mover voluntariamente los músculos.
Sea cual sea el trastorno que altera el descanso nocturno, generan consecuencias que pueden afectar nuestra salud física, mental y emocional, ya que pueden surgir a causa de un mal descanso, estados anímicos depresivos, fatiga, baja productividad, sueño durante el día, dolores musculares, contracturas, y lo que es peor, se ha demostrado que no descansar adecuadamente incrementa el riesgo de sufrir afecciones cardíacas y obesidad.
Entre los factores que entorpecen el sueño, pueden encontrarse el estrés, las preocupaciones y problemas emocionales, patologías específicas como son las respiratorias o la apnea del sueño, además, una dieta deficiente o un inadecuado estado físico pueden contribuir a las alteraciones del descanso nocturno.
Es decir, se crea un circulo vicioso del cual no podemos salir si no modificamos ciertas conductas, por ello, es fundamental cambiar algunos aspectos del estilo de vida para que después, logremos dormir mejor y así, también nos alimentemos mejor y mejoremos nuestra salud.
Fuente: lanacion.com
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