¿Por qué debemos cenar como un mendigo?

Muchos habrán escuchado el refrán que dice: «desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo«. Todos hemos oído alguna vez que comer mucho de de noche no es para nada saludable, pero también sucederá que muchos son los que desconocen sus razones.

Pues los fundamentos te los daremos aquí y comenzaremos por decir que la actividad que suele predominar en la noche es dormir, y es durante este descanso donde el gasto de energía se reduce así como el metabolismo, ya que todo el funcionamiento del organismo se enlentece para permitirnos descansar adecuadamente.

Entonces, si antes de acostarnos comemos mucha cantidad de alimentos, lo más probable es que, lo que no gastemos en forma de calorías, se almacenará en nuestro cuerpo como grasa. Ésta es la principal causa por la cual la ingesta copiosa por la noche se asocia a una obesidad.

Por otro lado, así como el metabolismo se enlentece, los procesos digestivos aminoran su marcha y es aquí donde una cena abundante puede originar pesadez, trastornos del sueño e indigestión, debido al gran esfuerzo que debe realizar el cuerpo para digerir tanta cantidad de comida.

Entonces, lo que debemos hacer es acostarnos después de al menos una hora de haber cenado, evitar altas concentraciones de grasas y grandes cantidades de comida durante la cena, realizar un buen desayuno y almorzar bien para llegar con menos hambre a la próxima comida, elegir para comer por la noche alimentos de fácil digestión y pocas calorías, como son las frutas, las verduras, carnes magras y escasas cantidades de grasas.

De esta forma, descansaremos bien, ahorraremos malestares digestivos, rendiremos mejor durante el día y evitaremos el aumento de peso tan temido por todos.

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