La toxina botulínica es ampliamente usada en tratamientos estéticos y de salud dada su capacidad de prevenir arrugas, corregir el estrabismo (dificultad en la visión), reducir temblores, espasmos corporales y tics faciales. Comercialmente se conocen los medicamentos denominados Botox, Dysport, NeuroBloc y Vistabel.
La toxina botulínica es responsable de intoxicaciones alimentarias severas que se pueden originar al consumir alimentos contaminados con la bacteria Clostridium Botulinum. Los alimentos frecuentemente contaminados con esta toxina son las carnes curadas, fiambres, embutidos, y principalmente las conservas en mal estado.
La toxina es un potente relajante neuromuscular, por esta razón, debe utilizarse en forma terapéutica bajo situaciones cuidadosamente controladas y en pequeñas dosis, ya que un sólo descuido podría originar daños irreversibles e incluso, podría resultar mortal. Se han observado los efectos adversos de la toxina en ocho pacientes que presentaban debilidad muscular, dificultad para deglutir alimentos, y neumonía por aspiración, seis de los afectados eran menores de 13 años y en uno de ellos el daño fue mortal.
La Agencia Española del Medicamento expresó a los profesionales de la salud que aquellos medicamentos que contengan la toxina botulínica sean administrados por médicos experimentados y con el equipo necesario. Igualmente, recalca la necesidad de informar a los pacientes los posibles riesgos de su administración, sobre todo aquellos efectos que puede producir en el habla, la respiración o la deglución.
Es importante saber que ya han existido casos en que, por un pequeño exceso en la dosis administrada, el individuo a perdido la sensibilidad de una mejilla, el habla e incluso la visión. La toxina botulínica paraliza los músculos y relaja las neuronas, por esta razón detiene el envejecimiento. Pero ojo! a la hora de ingerir medicamentos que la contengan o inyectarnos una dosis con fines estéticos, asegurémonos de tratar con profesionales idóneos al respecto. Particularmente, al evaluar riesgo- beneficio, elegiría otro método para mejorar mi apariencia estética. No olviden que un pequeño error puede resultar fatal.
Fuente: consumer.es