Una nueva investigación señala que los individuos que no resuelven la indignación en el matrimonio mediante la comunicación pueden sufrir una muerte prematura. Por el contrario, aquellas parejas que manifiestan sus sentimientos y resuelven los conflictos aún a través de una discusión, incrementan su longevidad.
El estudio analizó a 192 parejas por un período de 17 años y las clasificaron en 4 categorías: una en que ambos comunicaban su indignación; en la segunda y tercera uno de los dos miembros se expresaba y el otro se reprimía; y en la última, ambos miembros no reaccionaban ante un ataque.
Del total de matrimonios estudiados, en 26 ambos cónyuges no expresaban sus sentimientos y se observaron 13 muertes. Entre los restantes 166, ocurrieron 41 muertes. En 27% de las parejas en que sus miembros ocultaban su resentimiento, uno de los cónyuges falleció durante el período de estudio, y en 23% ambos miembros fallecieron en los 17 años de investigación. En cambio, sólo en un 19% de las parejas de las otras tres categorías murió un miembro del matrimonio durante el período de estudio.
Como conclusión, Ernest Harburg, director del estudio, afirma que «cuando ambos cónyuges suprimen su indignación ante un ataque o una crítica injusta del otro, la muerte prematura es el doble más probable que en los otros tipos».
Harburg aclaró que la investigación considero críticas que la persona creía injustas o inadecuadas, ya que cuando la crítica era considerada justa, la víctima no se indignó y por lo tanto no guardó rencor de ningún tipo.
Fuente: terra.com
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