Según aseguran los científicos, un cambio horario aparentemente despreciable de apenas 1 hora aumenta los problemas de concentración y los trastornos de sueño, lo que puede traer aparejado una mayor frecuencia de accidentes tránsito.
El doctor Diego Golombek, director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes e investigador de Conicet, explica que en realidad estamos cambiando la hora del reloj no la salida ni la puesta del sol, por lo tanto cambia la relación entre nuestro reloj biológico y la naturaleza.
Según el investigador existen pruebas de que un adelanto o retraso de sólo una hora en los relojes puede afectarnos durante al menos 5 días después de la modificación horaria.
Un trabajo realizado recientemente en Alemania donde es habitual adelantar una hora en verano, y publicado en Current Biology mostró que se registran efectos notorios. La mayoría de los individuos consultados tenían trastornos del sueño durante unos 5 días.
Otra investigación realizada en Canadá hace alrededor de 10 años demostró que la semana posterior al cambio horario aumentan significativamente los accidentes de tránsito.
Dichos efectos podrían deberse a que la luz solar actúa como sincronizador biológico que ajusta la periodicidad del reloj circadiano de los seres vivientes en 24 horas.
Fuente: intramed.net
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