Ya hemos hablado en muchas ocasiones sobre los trastornos alimenticios más comunes como la bulimia o la anorexia, sin embargo, existen otro tipo de trastornos llamados TANE (trastornos alimentarios no específicos). ¿A qué nos referimos con esto? Muchas veces nuestro patrón de consumo y la relación que tenemos con la comida no es normal, pero tampoco reúne las características o los síntomas propios de las enfermedades previamente nombradas, dentro de esta definición entran los TANE.
Este tipo de trastornos son poco comunes y específicos, inclusive existen muchos nombres distintos para estos intentando denominarlos de alguna forma como por ejemplo: drunkorexia o ebriorexia, diabulimia, permarexia, entre otros. Una alimentación que presenta atracones frecuentes o algún otro tipo de descontrol, como períodos de ayuno, también puede enmarcarse dentro de las TANE.
Lo considerado normal es tener hábitos alimenticios regulares, con esto nos referimos a las 3 o 4 comidas diarias y que se coma cuando se presenta hambre, apetito o por razones sociales (por ejemplo: en una fiesta). El tener una forma «caotica» de alimentación, como saltear comidas, o comer en respuesta a emociones o sentimientos no es saludable, e indica una conducta alterada, por tanto se considera un trastorno alimentario.
Por ejemplo, si una persona excluye grupos de alimentos y tiene una dieta monótona, compuesta por sólo 2 o 3 alimentos, o bien, come de manera voraz grandes cantidades, se puede decir que sufre de una relación anormal con la comida por lo que presenta un TANE que lo afecta como ser humano.
Hoy en día este tipo de trastornos se hacen cada vez más normales, este tipo de comportamiento puede afectar su salud psíquica, física y social. Es por esto que debemos estar atentos a este comportamiento frente a nuestros familiares y seres queridos para tomar medidas preventivas.
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